domingo, 13 de marzo de 2016

Derecho de Asilo

Si Europa suprime el derecho universal de asilo político se pierde uno de los principios que subyacen a la propia idea de Europa.
Si abre sus fronteras a una multitud de refugiados islámicos, algunos de los cuales son (es sabido) terroristas camuflados y otros (la mayoría) profesan una religión que desprecia a las mujeres, a las otras confesiones religiosas y a la libertad de expresión, Europa incubará dentro de si el huevo de la serpiente que, pronto, procederá a devorarla.
No se puede ignorar la naturaleza de las personas que huyen del  ISIS. No son, casi ninguno, partidarios de esa banda de asesinos en serie que devasta Siria en nombre de Alá. Pero si suscriben las prescripciones del Corán: mentir a los infieles es como mentir a los perros. Es moralmente indiferente. Sólo es exigible una ética personal en caso de trato con creyentes. La justicia solo es exigible dentro de la Umma. Los dhimmis deben pagar el impuesto servil y ser ciudadanos de segunda. Los miembros de otras religiones que se nieguen a ser sojuzgados tienen 2 opciones: ser asesinados o convertirse.
Esto no son soflamas de clérigos enloquecidos, o fanáticos visionarios. Esto son normas coránicas y son de obligado cumplimiento para todos los creyentes. Están vigentes, deben cumplirse. La yihad es una obligación principal del creyente de hoy y de siempre.
No hay interpretaciones a estas normas. No son metáforas sobre la naturaleza de la obligación moral o parábolas de hijo pródigo. Son la Ley. Y todos (todos) los musulmanes que huyen de la guerra de Siria y quieren establecerse en Europa vienen con este bagaje intelectual.
Si quieren vivir con infieles nunca deben mezclarse con ellos y, mientras no puedan alcanzar el poder, deben fingir ser sus amigos pero, si les es posible, deben apoyar la yihad como buenos creyentes. Si, por ejemplo, en nombre del Islam, se comete un atentado terrorista, se podría interpretar que tienen la obligación de amparar a los guerreros del islam y sostener a sus familias. Está escrito.
¿Queremos 2 millones de personas que piensen esto viviendo en Leipzig, Carcasona, Brujas, Milan, Helsinki o Villafranca del Bierzo? Yo no lo quiero y apruebo las medidas de la Comisión Europea.

Personalmente creo que, entretanto no sea posible acabar con el ISIS, se debería construir un poblado en algún sitio con espacio suficiente, custodiado por la OTAN y mantenido por la comunidad internacional. Por ejemplo, en Kazajstan. Lejos de nuestras ciudades y previniendo las bandadas de adolescentes musulmanes que creen tener derecho a agredir a las personas. Porque somos infieles y, por tanto, de similar naturaleza a la de los perros. Ya tenemos suficientes problemas con nuestros propios delincuentes como para importar otros.