El Ministerio de transición ecológica que dirige la Sra. Rivera, cifra en un 7% el volumen de CO2 emitido por la industria ganadera.
El Sr. Garzón, Ministro de Algo, ha dicho que es el 14%. Es
mentira, claro.
La Agenda 2030, o Agenda Globalista o Foro de Davos,
establece que cada vaca consume 15.000 litros de agua al año.
El Sr. Garzón, Ministro de Algo, ha dicho que en España es
también así. Es mentira, claro. En España existen pequeñas explotaciones
ganaderas que utilizan pastos preexistentes y, probablemente, ese consumo sea
la cuarta parte. Esto no es Kansas.
Todo esto sin mencionar los ímprobos esfuerzos del Ministro
de Algo para cargarse una industria que supone el 2,5% del PIB. Es la cuarta
industria Nacional. Además está localizada en los lugares que no disponen de
otras industrias: la España vacía.
Los jefes de Davos le dan el guion y el Ministro de Algo lo
sigue a ciegas, cueste lo que cueste y suponga lo que suponga.
Unos científicos neozelandeses han determinado que la huella
de carbono que deja el ganado es una pequeñísima parte de los gases que producen
calentamiento global. Concretamente un 2% del CO2 si dejamos de comer carne. La
producción de los alimentos que reemplazarían a la carne casi compensarían
estas emisiones. Pero la Verdad no es importante para los jefes del Ministro.
Por supuesto, la creencia en la condición insalubre de la carne
que pregona el Ministro de Algo no tuvo reflejo en la boda misma del Ministro
de Algo en la que se ofreció a los asistentes con solomillo y carpaccio de
ternera.
Claro que el Ministro de Algo no es el único que produce
asombro e indignación.
Asisto todos los días a indignadas diatribas contra la
ignorancia de los ministros y miembros activos de la Administración. Me parece
estar asistiendo a una proyección de sombras chinescas en las que los niños
pequeños se asombran de que en la pared madre proyecten un lobo los dedos de su
madre, o un conejo, o una bruja. Cuando el hombre señala a la Luna, el tonto
mira el dedo.
¿Realmente no saben que los que dicen todas estas mentiras son
perfectamente conscientes de que son mentiras y que, deliberadamente, propalan
falsedades para conseguir sus propósitos, independientemente de la prosperidad
de los ciudadanos, o de la Verdad?
A veces me parece que esperan que, transidos de dolor y vergüenza,
mesándose los cabellos y dándose golpes de arrepentimiento, muestren su
arrepentimiento por haber mentido.
Quizá crean que, horrorizados por su crimen, estos políticos
mentirosos confiesen entre sollozos sus pecados y entonen públicamente la
palinodia por sus trapacerías.
Pues no. Es una puta sarta de mentiras para satisfacer
intereses muy concretos: la carne artificial de Bill Gates, el lobby vegano y
ecologista. En definitiva uno de los objetivos del Foro Económico mundial.