sábado, 16 de febrero de 2019

¿Y por qué convoca elecciones ahora?


Cuando la Unión Soviética estaba a punto de caer y no lo sabíamos, leíamos las opiniones de los kremlinologos. Eran especialistas en interpretar la posición política del Politburó en sustitución de informaciones fidedignas procedentes de la esfera del poder comunista. El nombramiento de un nuevo miembro del gobierno…o su destitución, la admisión de jóvenes en el Comité Central del PCUS, la asignación de tareas especiales a un general aperturista, las visitas a países del tercer mundo, los discursos del líder en alguna visita a países afines, eran las claves para predecir la orientación del Partido en ausencia de otras noticias.

Ahora han florecido los sanchezologos.

Ante la sarta de mentiras, contradicciones voluntarias o involuntarias, fakenews, bulos, globos sonda y farsas con el que, espero que pronto, ex-presidente nos obsequia a diario, los sanchezologos intentan entresacar las auténticas intenciones del inefable Presidente por Accidente.

No sé si una de las explicaciones más improbables (quizá la más improbable y, por tanto, con grandes visos de verosimilitud) es la de que el propio Sánchez ha pactado el fracaso de sus Presupuestos con los separatistas.

Los independentistas no están muy cabreados. Esto es mal síntoma. Puede que ya tengan claro que el tribunal de Estrasburgo va a revocar parcialmente la sentencia condenatoria a los golpistas por violar sus derechos.

La ejecución de sentencias del tribunal de Estrasburgo no es obligatoria en España. Son recomendaciones y, por tanto, no son de obligada aplicación. No obstante, al no existir legislación precisa sobre el asunto, todo puede prestarse a interpretaciones jurídicas y, sobre todo, políticas. ¿Imaginan, la algarabía que armarán los separatas si el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falla en contra de la sentencia del Supremo? ¿Imaginan la munición que ello supondrá para el victimismo independentista?

¿Y qué consigue Sánchez con todo esto? Se pregunta la gente de bien al conocer esta teoría. Yo he oído diversas razones que justificarían esta tesis, pero en ningún sitio he conseguido un catálogo de objetivos convincente que pudiera justificar tal maniobra de Sánchez.

Por ejemplo, yo propongo:

a.       Se asegura la obediencia de los barones regionales

b.      Se asegura, por lo bajini, la posibilidad de recibir, si se puede, apoyo de los separatistas a cambio de presionar en Estrasburgo. De cara a la galería escenifica una ruptura con los independentistas, amortiguando así la indignación de los votantes del PSOE que creen en la unidad de España. Seguramente, en sus mítines electorales (ya sean en la Moncloa o en algún polideportivo) se jactará de haber hecho todos los esfuerzos posibles por encajar a los independentistas dentro de España…pero los independentistas (que son muy malos) no le han dejado y le han forzado a convocar elecciones. Todo ello envuelto en la bandera. Total, a Sánchez le da igual.

c.       Gracias a esta desolada actitud del hombre bueno que lo ha intentado todo…pero no le han dejado, puede que la caída de los barones regionales socialistas no sea tan estrepitosa. Espera que ninguna autonomía más se convierta en Andalucía. Espera.

d.      Coloca a Podemos a los pies de los caballos. Esto se hará más evidente en los dos meses que quedan para las elecciones: medidas sociales agresivas (y ruinosas), exhumación de Franco, alguna ley para ellas y ellos, compañeros y compañeras. Con esto espera robarles la merienda coincidiendo con el proceso de descomposición que está experimentando Podemos.

e.      Sorprende a Ciudadanos con el pie cambiado: si forma Gobierno el PP con la colaboración de C’s y VOX, el mensaje para las autonómicas y municipales será: C’s es la derechona (trifálica, en vez de tricéfala, como dice la ministrilla del ramo) que se alía con la ultraderecha para joder al pueblo….. y si reedita el gobierno Frankenstein (con Podemos y los separatistas) dirá que él no puede pactar con la derecha…que es, también, C’s. Rivera es un principiante al lado del pícaro Sánchez y los consejos centristas de mantenerse en equilibrio imperfecto van a dar con sus huesos en el suelo. Al tiempo.

viernes, 15 de febrero de 2019

El culto a la personalidad

Parece que un tal Escolar que dirige un diario digital o algo parecido, ha publicado una noticia sobre las relaciones entre Espinosa de los Monteros y gente implicada en el caso Gürtel.

Estas informaciones están orientadas a enfangar el prestigio de Espinosa de los Monteros y, de paso,  de VOX, partido al que pertenece y cuya ascensión quiere evitar, a toda costa, la izquierda.

La noticia es comentada por muchas personas, entre las que me encuentro, que argumentan la mala intención de la información, la dudosa credibilidad de Escolar, el nerviosismo de la izquierda…etc, etc.

Una aportación concreta ha llamado mi atención. En la foto del artículo aparece Iván Espinosa de los Monteros haciendo una declaración pública ante periodistas el día del comienzo del juicio.

Es conocido el hecho de que ha sido VOX quien ha comparecido como acusación popular en el juicio contra los golpistas.


Es que eso a la izquierda le duele muchísimo y rabia como ni imaginas. Eso de ver a un político rodeado de micrófonos de medios de comunicación de todo el mundo y explicando en un inglés a un nivel de nativo y en perfecto francés, es algo que les hace destilar litros de bilis..Esa escena de ayer de Iván Espinosa, no la habíamos visto en más de 40 años de Democracia. Lo que no ha hecho ningún ministro de Asuntos Exteriores, ni Jefe del Estado, ni mandatario, ni Presidente del Gobierno. NADIE.

Ese es el verdadero motivo de ese ataque injustificado contra Iván Espinosa: un hombre forjado y curtido en Consejos de Administración de grandes empresas privadas, políglota y con un nivel de inglés como si hubiese nacido allí, con una labia y un carisma impresionante, sin complejos... Nadie de izquierdas le llega a la suela de los zapatos.

Iván Espinosa va a dar muchísimo que hablar y este ataque con FakeNews de Preescolar contra él lo explica todo. A VOX le ha tocado la lotería con este señor.

Pero lo más asombroso, y a la vez didáctico, es el comentario a esta entrada del Sr. Santo, pergeñada por la no menos asombrosa Eva Solla Pena.

Como argumento de refutación al comentario del Sr. Santo, dice esta señora:

Pues resulta que vuestro odiado Pedro Sánchez domina esas dos lenguas, que os creéis el ombligo del mundo y no lo sois.

Observamos que la sra. Solla sale en defensa de su lider porque, también, habla inglés y francés y no porque sea socio del señor escolar y convalide, por tanto, las falsedades malintencionadas de su, digamos, diario digital.

Obviando la extrema simplicidad del comentario, podemos observar que, el fondo del argumento, es una arrobada declaración de amor al líder.

Los liberales y conservadores compartimos, en general, la brillante observación de Jefferson “el precio de la libertad es la eterna vigilancia”. El poder corrompe a los hombres y, cuanto más absoluto es el poder, mayor riesgo hay de corrupción. La desconfianza en el Poder es la única actitud posible frente a quienes ostentan  la capacidad de decidir sobre nuestra libertad. De ahí que defendamos una estricta separación de poderes. No conozco ninguna nación cuyos poderes ejecutivo, legislativo y judicial estén totalmente separados. Pero cuanto más cerca, mejor.

Sin ser exclusivo de la izquierda el culto a la personalidad, si es cierto que la identificación entre izquierda y virtud propalada asfixiantemente desde hace 100 años, ha sido interiorizada por la población.

Si la gente de izquierdas es bondadosa, bienintencionada, generosa, de naturaleza abnegada y gran calidad moral, según definición de la propia izquierda, el líder de izquierda hereda, de modo automático, todas estas cualidades. La admiración al líder es consecuencia inevitable del sustrato moral que lo sostiene.

Pero esta admiración está blindada contra las hipotéticas pruebas en contrario. El líder es cabal, inteligente, discreto, sereno, profundo, resolutivo, firme, decidido, tenaz. Cualquier crítica de la que se deduzca una excelencia menor que lo absoluto es sospechosa de desafección. El líder ha de resistir, con ventaja, la comparación con cualquier otro competidor, puesto que su condición moral es más elevada que la del resto de los hombres.

Esta abandonada entrega al carisma del líder de izquierdas no concibe la desconfianza o la suspicacia. Un liberal admite la posibilidad de que los políticos a quienes ha votado cometan tropelías, roben a manos llenas o se corrompan. La codicia forma parte de la humana condición. Por eso la observación suspicaz de la acción de Gobierno es un ejercicio de resistencia a la tiranía.  Los pueblos que no combaten la mentira pierden la libertad.

Por todo esto, creo que el Poder pretende la sumisión del individuo a la razón de Estado. Cada vez más funcionarios administran nuestras propiedades, reparten nuestros ingresos y aumentan las exacciones para, poco a poco, aumentar el tamaño de la Administración a dimensiones gigantescas e insoportables.

Los conservadores y los socialistas tienen algo en común: nos quieren hacer creer que propiciar una cada vez mayor presencia del Estado en nuestras vidas es una obligación que nos imponen por nuestro bien. Los unos en nombre de la cristiana protección de los débiles ante los fuertes y el mimetismo con la socialdemocracia imperante, los segundos, con la intención de usar un lecho de Proceso que haga el trabajo de la Gran Igualadora.

La derecha tiene arreglo. Gente desconfiada y de Principios. Confiemos en la desconfianza.