Cuando la Unión Soviética estaba a punto de caer y no lo
sabíamos, leíamos las opiniones de los kremlinologos. Eran especialistas en
interpretar la posición política del Politburó en sustitución de informaciones
fidedignas procedentes de la esfera del poder comunista. El nombramiento de un
nuevo miembro del gobierno…o su destitución, la admisión de jóvenes en el
Comité Central del PCUS, la asignación de tareas especiales a un general
aperturista, las visitas a países del tercer mundo, los discursos del líder en
alguna visita a países afines, eran las claves para predecir la orientación del
Partido en ausencia de otras noticias.
Ahora han florecido los sanchezologos.
Ante la sarta de mentiras, contradicciones voluntarias o
involuntarias, fakenews, bulos, globos sonda y farsas con el que, espero que
pronto, ex-presidente nos obsequia a diario, los sanchezologos intentan
entresacar las auténticas intenciones del inefable Presidente por Accidente.
No sé si una de las explicaciones más improbables (quizá la
más improbable y, por tanto, con grandes visos de verosimilitud) es la de que
el propio Sánchez ha pactado el fracaso de sus Presupuestos con los
separatistas.
Los independentistas no están muy cabreados. Esto es mal
síntoma. Puede que ya tengan claro que el tribunal de Estrasburgo va
a revocar parcialmente la sentencia condenatoria a los golpistas por violar sus
derechos.
La ejecución de sentencias del tribunal de Estrasburgo no es
obligatoria en España. Son recomendaciones y, por tanto, no son de obligada
aplicación. No obstante, al no existir legislación precisa sobre el asunto,
todo puede prestarse a interpretaciones jurídicas y, sobre todo, políticas. ¿Imaginan, la algarabía que armarán los
separatas si el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falla en contra de la
sentencia del Supremo? ¿Imaginan la munición que ello supondrá para el
victimismo independentista?
¿Y qué consigue Sánchez con todo esto? Se pregunta la gente de bien al conocer esta
teoría. Yo he oído diversas razones que justificarían esta tesis, pero en ningún
sitio he conseguido un catálogo de objetivos convincente que pudiera justificar
tal maniobra de Sánchez.
Por ejemplo, yo propongo:
a.
Se asegura la obediencia de los barones
regionales
b.
Se asegura, por lo bajini, la posibilidad de
recibir, si se puede, apoyo de los separatistas a cambio de presionar en
Estrasburgo. De cara a la galería escenifica una ruptura con los independentistas,
amortiguando así la indignación de los votantes del PSOE que creen en la unidad
de España. Seguramente, en sus mítines electorales (ya sean en la Moncloa o en
algún polideportivo) se jactará de haber hecho todos los esfuerzos posibles por
encajar a los independentistas dentro de España…pero los independentistas (que
son muy malos) no le han dejado y le han forzado a convocar elecciones. Todo
ello envuelto en la bandera. Total, a Sánchez le da igual.
c.
Gracias a esta desolada actitud del hombre bueno
que lo ha intentado todo…pero no le han dejado, puede que la caída de los
barones regionales socialistas no sea tan estrepitosa. Espera que ninguna autonomía
más se convierta en Andalucía. Espera.
d.
Coloca a Podemos a los pies de los caballos.
Esto se hará más evidente en los dos meses que quedan para las elecciones:
medidas sociales agresivas (y ruinosas), exhumación de Franco, alguna ley para
ellas y ellos, compañeros y compañeras. Con esto espera robarles la merienda
coincidiendo con el proceso de descomposición que está experimentando Podemos.
e.
Sorprende a Ciudadanos con el pie cambiado: si
forma Gobierno el PP con la colaboración de C’s y VOX, el mensaje para las
autonómicas y municipales será: C’s es la derechona (trifálica, en vez de
tricéfala, como dice la ministrilla del ramo) que se alía con la ultraderecha
para joder al pueblo….. y si reedita el gobierno Frankenstein (con Podemos y
los separatistas) dirá que él no puede pactar con la derecha…que es, también, C’s.
Rivera es un principiante al lado del pícaro Sánchez y los consejos centristas
de mantenerse en equilibrio imperfecto van a dar con sus huesos en el suelo. Al
tiempo.