sábado, 5 de diciembre de 2020

Las comisiones de Juan Carlos

 El Artículo 56.3 de la Constitución Española dice lo siguiente:

La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad…..”

¿Qué significa esto?

Pongamos un ejemplo.

Imagínense que Sánchez y el Rey coinciden en una entrega de despachos militares, o diplomáticos o una entrega de premios….cualquier cosa

De repente, Felipe desenvaina el sable ceremonial, que para la ocasión ha sido sustituido por un sable de acero, y le rebana el pescuezo a nuestro estimado Presidente.

La conmoción es espectacular. Los escoltas de Sánchez nunca pudieron imaginar que Su Majestad se comportase como un Spanish Psycho. La sangre ha salpicado a dos periodistas, a una cámara de televisión, a la infanta Leonor y a un ujier que, según su idiosincrasia y carácter, reaccionan de distintas maneras ante el suceso: gritos, alaridos, pánico, horror….

Todas las televisiones, radios, periódicos subvencionados o condicionados por compañías eléctricas, Bancos o países extranjeros (o sea todos) son testigos del hecho. Hay miles de tomas de la decapitación Presidencial desde todos los ángulos. Se escriben artículos con todas las tendencias, casi todos falsos, claro. Los medios de internet dicen la verdad de lo sucedido pero muy pocos lo leen.

El caso es que el Rey ha matado a Sánchez a la luz de las cámaras y en presencia de todos.

¿Qué consecuencias tendrá la acción del Rey?

Ninguna. El Rey es inimputable. No se le puede procesar ni detener. En todo caso se podría intentar su inhabilitación. Difícil porque la Constitución no prevé el procedimiento para hacer esto.

Y ahora, podremos deducir qué consecuencias tendría para Juan Carlos I una investigación sobre comisiones recibidas.

Imaginemos que sí, que cobro 100 millones de pavos por algo relacionado con líneas ferroviarias en Arabia o en Yemen o en Qatar, vete a saber. Supongamos que estas comisiones no fueron declaradas y que, por tanto, podrían constituir un delito fiscal. ¿no?

Pues no. Para mí sí y para ti y para el otro pero no para el Rey, porque Juan Carlos era, entonces, el Rey y por tanto inimputable.

La verdad es que, si yo fuera Juan Carlos, hubiera salido en tv diciendo. Sí, me lo he llevado crudo y no he declarado nada porque no se me ha puesto en los cojones. Que pasa.

En efecto vemos que si se podría decapitar a un preboste y no tener consecuencias, mucho más se puede dejar de pagar impuestos y pasarse las críticas por el arco de triunfo.

Eso pa que se enteren los quejicas neo-republicanos, comunistas y separatistas que han robado mucho más que el Rey y no han dejado nada a España sino ruina y odio.

Como decían los separatistas (refiriéndose a la derecha) “controlen Vds. Su rabia…”