domingo, 6 de marzo de 2022

La fantasía de la libertad

Thomas Paine decía que la necesidad de cooperación mueve a los hombres a asociarse unos con otros para mayor beneficio de todos, aunando sus respectivas capacidades en la convicción que la eficiencia del todo es mayor que la suma de las partes.

Hobbes afirmaba la inevitabilidad de la igualdad entre los hombres por la tendencia a unirse de los débiles ante los fuertes y, por tanto, el imposible triunfo de los poderosos que actúen por su exclusivo interés. Según él los hombres elegirán un responsable de gobierno para evitar los males derivados de la codicia, la desconfianza o la envidia.

Rousseau nos cuenta como el buen salvaje, inocente y sin malicia, decide, junto a los demás, elegir a un jefe que proteja la propiedad y la libertad originaria.

Locke defendía la necesaria existencia de un gobierno elegido por común acuerdo para evitar el exceso de violencia al vengarse de las transgresiones que un individuo sufre en el transcurrir de la vida cotidiana. Así, el robo no sería castigado con la muerte sino con una pena menor. Corresponde al Gobierno ser misericordioso o justo para evitar los extremos.

Yo leo esto y lo vuelvo a leer y no puedo dar crédito a lo que estas personas tan brillantes decían.

¿De verdad pensaban todo esto o no se atrevían a desnudar la única verdad sobre el Poder?

El Poder sólo proviene de la fuerza. Los más fuertes obedecen a los más listos que se hacen con el Poder y prescinden de quienes les ayudaron a conseguirlo si no obedecen ciegamente (o incluso aunque obedezcan porque hay que mantener el terror).

Las garantías contra el abuso, en realidad, no existen para los auténticamente poderosos. Los monopolios son inevitables y los que tienen el Poder cuentan con la obediencia de los políticos y los medios de comunicación (cuya existencia depende de ellos) y con el silencio de las masas estúpidas que obedecen hipnóticamente las consignas que, en cada momento, convenga establecer.

Se pueden añadir citas provenientes de escritores clásicos, especialistas en derecho político o filósofos. Quedará una bonita tesis doctoral. 

Es mejor que tus hijos conozcan la triste verdad cuanto antes. No es una realidad muy ilusionante pero, al menos, estarán en guardia.